El otro día dando un paseo por el campo, viendo como jugaban mis perros, notaba una paz y felicidad interior grandiosa, algo que ya me había ocurrido más veces pero no le había prestado atención.

Parándome a pensar, me di cuenta de la cantidad de emociones y sentimientos que nos evocan los perros. Pensé, ya no sólo son un gran compañero de trabajo o de juegos, sino que también actúan como canalizadores de buena energía, salud y felicidad.

Antes de continuar, vamos ver que son las emociones y los sentimientos.

-Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

-El Sentimiento se refiere a tanto a un estado de ánimo como a una emoción conceptualizada que determina el estado de ánimo.

Conociendo mejor estos conceptos, os voy a contar una experiencia propia.

Hace un tiempo realice TAA y AAA en un centro de día de enfermos de Alzheimer, era sorprendente ver la cantidad de emociones y sentimientos que generaban los perros en los sujetos, alegría,tristeza,empatía,miedo,rechazo….

Había pacientes que no te reconocían, pero si reconocían al perro, y en ocasiones de estar llorando y no querer hacer nada, empezaban a sonreír con la simple presencia del perro y querían pasear con él. El perro conseguía sacarles una sonrisa y cambiarles el estado de ánimo.

Hay innumerables estudios sobre todos los beneficios que nos reportan los animales. Os voy a mostrar una tabla de un estudio de las emociones y sentimientos que nos regalan los perros a los humanos.

Salta a la vista que los sentimientos positivos son los que prevalecen. Algunos de los beneficios derivados del la posesión de animales de compañía, en relaciona al papel afectivo pueden ser:

– Ayudan a fortalecer el sentimiento de autoestima del dueño con la constancia de su afecto.

– Ayudan en la recuperación de crisis emocionales y logran que las personas utilicen sus propias fuerzas para superar periodos de angustia.

– A menudo actúan de puente con el terapeuta y tienen un efecto catártico, al propiciar que el dueño se desahogue y libere emociones reprimidas.

-Son amigos,confidentes,compañeros constantes y sensibles a los sentimientos y emociones de las personas, por lo que distinguen las ocasiones en que no son necesarios y saben sacar el máximo partido de las situaciones en que si lo son.

-Rompen barreras y establecen un tipo de comunicación eficaz.

¡Savias que un animal doméstico es capaz de proporcionarnos una experiencia emocional similar a la del contacto con los niños!

Quien haya tenido en algún momento de su vida un cachorro, habrá visto que parecen pequeños payasetes, siempre nos sacan una sonrisa o una carcajada, o un simple sentimiento de ternura al verlo dormir.

Hay estudios que confirman que abrazar a un perro, reduce la presión arterial y disminuye el ritmo cardíaco. Podríamos decir que un perro nos ayuda a tener una salud mental positiva, por la cantidad de emociones que nos reporta.

También jugar con nuestro perro nos hace aumentar los niveles de oxitócica, más si los hacemos en un lugar libre de estrés para ambos,(el campo, la playa…) haciéndonos sentir mejor y reforzando el vínculo.Al igual que verles jugar con otros perros en el parque, sino esa frase que se escucha en muchos parque: ” No, si yo con verle a el jugar yo ya estoy feliz”

El contacto visual es positivo para el vínculo perro-dueño, a la vez que experimentamos emociones en nuestro cuerpo tales como: felicidad, sosiego, alegría, ternura…

La oxitócica disminuye el estrés, combate la depresión e influye en la construcción de la confianza entre las personas (por eso hay estudios que demuestran que la persona que tiene mascota, tiene más facilidad en las relaciones sociales).

Rubén Manzano Díaz

por Asociación Canina De Perro a Perro