Es común relacionar a las garrapatas con las mascotas, y si bien es cierto que es necesario protegerlas frente a sus picaduras, se debe tener en cuenta que los humanos también estamos expuestos a ellas y a las graves enfermedades que transmiten.
Es posible que muchos ciudadanos no sean conscientes de que los humanos también estamos expuestos al peligro que supone una picadura de una garrapata y a las graves enfermedades que transmiten estos seres vectores, a los que muchos de nosotros asociamos equivocadamente a las mascotas como único ser que puede ser afectado por sus ataques. Debemos por tanto extremar las precauciones para evitar las picaduras y seguir una serie de medidas que nos protejan, tanto a nosotros como a nuestros animales de compañía.
a enfermedad de Lyme o la Fiebre de Crimea-Congo, que resulta mortal, son algunas de las más de 50 graves patologías humanas transmitidas por la picadura de garrapatas infectadas, las cuales se adhieren a cualquier parte del cuerpo, siendo las partes húmedas o con pelo las más afectadas, tales como la ingle, las axilas y el cuero cabelludo.
Aunque todo el mundo es susceptible a las picaduras de garrapata, son el personal que corre más riesgo de sufrirlas los veterinarios de campo o personas en contacto frecuente con animales de producción, además de los excursionistas y las personas que trabajan en jardines y otros lugares frondosos al aire libre.
Además, será fundamental saber que la garrapata dispone en su saliva de una sustancia anestésica por lo que normalmente no solemos notar que nos ha picado, lo que provoca que muchas veces tardemos en descubrir que esta adherida a nuestra piel.
Por todo ello, el Colegio oficial de Veterinarios de Madrid (COLVEMA) y la Consejería de Sanidad han elaborado un díptico informativo con consejos y medidas a seguir para protegernos y evitar su picadura. Es necesario tomar precauciones y, en caso de picadura, eliminar la garrapata de forma correcta y siempre revisarse después de venir de zonas de riesgo, ya que su capacidad infectiva es muy baja en las 24 horas siguientes a la picadura.
Aunque la aparición de las garrapatas se ha asociado habitualmente a la época de los meses de verano, el cambio climático ha provocado que sigan activas en los meses aún cálidos de principios del otoño, o incluso hasta comienzos del invierno si las temperaturas son inusualmente altas como ha ocurrido en España últimamente.
Consejos para evitar picaduras de garrapatas
- Utiliza manga larga y pantalón largo.
- Viste con ropa de color claro para que sea más sencillo comprobar si hay alguna garrapata sobre ella.
- Usa siempre calzado cerrado con los pantalones por dentro de los calcetines.
- Camina si es posible por la zona central de los caminos y evita el contacto con la vegetación circundante.
- Usa repelentes para la ropa y la piel, siguiendo siempre las indicaciones de uso.
- Al finalizar el paso, no debes olvidar revisar todo tu cuerpo para comprobar si existe o no la presencia de garrapatas en el mismo. También el de los niños si vas con ellos.
- Si sales con tu mascota, conviene que le apliques algún antiparasitario externo y le revises su cuerpo antes de regresar a casa. No olvides consultar a tu veterinario ante cualquier duda que puedas tener.
- Una vez en casa, vuelve a comprobar si pudieras haber traído contigo alguna garrapata en partes como las axilas, las ingles, el cabello, detrás de las rodillas, en las orejas, en el ombligo o alrededor de la cintura.
- Si encuentras una garrapata adherida a tu cuerpo, debes extraerla lo antes posible.
Cómo extraer una garrapata de mi cuerpo correctamente
- No emplees aceite, gasolina o calor para desprender las garrapatas.
- Puedes utilizar unas pinzas de punta fina, pero evita su aplastamiento.
- Sujeta la garrapata lo más cerca posible de la piel y tira de ella de manera suave hacia arriba.
- Limpia bien la herida con agua y jabón. También puedes aplicar un antiséptico.
- Para finalizar, lávate bien las manos. Y no olvides acudir a tu médico si no consigues extraer la garrapata o presentas síntomas de malestar, fatiga o fiebre en los días sucesivos.