Nuestra relación con los gatos, animales salvajes por naturaleza, no es sino una muestra más del afán del ser humano por prevalecer sobre todo lo que le rodea. De hecho, aunque ahora consideremos a la especie felina como animal de compañía, durante muchos años la convivencia entre unos y otros se limitaba a un respeto mutuo, una simbiosis que jamás pasaba de «tú me consigues algo, y a cambio yo te consigo algo». Aunque para qué engañarnos, ¡tampoco es que los gatos se quejen de vivir bajo un techo y dormir a la bartola, en el sofá y junto a una estufa! De hecho, la vida de interior les evita deber lidiar con las muchas amenazas con que hemos invadido su hábitat. Su vida es más larga y comodona, y puede llegar a ser de lo más saludable, siempre y cuando tengamos en cuenta que hemos alterado su naturaleza y que, por tanto, debemos obrar en consecuencia. Un ejemplo: esterilizar y privar al animal de su actividad de caza y demás, puede llevarle a sufrir sobrepeso, por lo que la dieta de un gato de interior es una cuestión a tomarse muy en serio; recuerda que un gato obeso, a la larga, puede tener problemas graves de salud (en forma de diabetes, lipidosis hepática y artritis).
Cuida la alimentación de tu gato
El quid de la cuestión está, pues, en tener bien clara la alimentación que requiere tu mascota. Para decirlo de manera sencilla, si la dieta que le administras le otorga más energía de la que gasta al día, caerás en el sobrepeso, del mismo modo que si le das más comida de la que necesite consumir. Controla cantidades y elige bien el pienso (así como el alimento alternativo -húmedo, natural, o demás- que tengas pensado suministrarle de más a más). Y para esto último, fíjate en los productos específicamente diseñados para gatos esterilizados y/o de interior: suelen ser dietas altas en proteínas y bajas en grasas, pero además incorporan nutrientes adicionales para potenciar el mejor funcionamiento del aparato digestivo de tu gato. Un ejemplo lo encontramos en la marca Purina One, que cuenta en su línea de productos con un pienso denominado Gatos de interior, rico en pavo (17%) y cereales integrales (17%), con una cantidad de proteína bruta de 34,0% y un 13% de aceites y grasas brutos. Puedes encontrar más información sobre este pienso en www.purinaone.es
Ahora bien, no está de más tener en cuenta un par de consejos que además de romper algunos mitos, ayudan a evitar, o por lo menos paliar, el sobrepeso gatuno.
El plato de comida, ¿siempre lleno?
Suele decirse que con lo listo que es, el gato se administra su comida, por lo que necesita tener el plato de comida siempre lleno, para que él vaya consumiéndola a lo largo del día. Sin embargo, a poco que se piense un poco en ello, se le ve la total carencia de sentido: ¿Acaso un depredador de la naturaleza tiene comida a su disposición y sin esfuerzo? Los gatos que siempre tienen el plato lleno son los que más tienden a los excesos, y por tanto al sobrepeso. Lo correcto, pues, pasa por un total de dos a cuatro raciones diarias, a administrar según el peso que tenga el animal y si el objetivo es mantener, engordar, o adelgazar. Muchos piensos incluyen información al respecto, bien sea a nivel informativo o bien incluyendo un vasito de plástico con las cantidades indicadas para cada tipo de gato. Pero cuidado: cada animal es un mundo y su peso no siempre está ligado a su actividad, y por tanto a sus necesidades alimenticias; mejor pedir consejo al veterinario en todo caso.
¿Carbohidratos? mejor no
Humanos y perros comemos carbohidratos, puesto que tenemos el cuerpo preparado para digerirlos correctamente. Pero en cambio, los gatos no tienen la cantidad suficiente de enzimas encargadas de dicha digestión (amilasa). Asegúrate, por tanto, de que la dieta que le piensas servir a tu amigo peludo sea de lo más balanceada, con un 35-45% de proteínas, ricos en fibra, y con niveles muy moderados de grasa y carbohidratos.
¡Cuidado con las bolas de pelo!
Otro gran protagonista en la vida del gato de interior: la bola de pelo. Ya sea por haberlo visto en películas (el gatito de Shrek y sus amenazas truncadas…) o por haberlo sufrido en sus propias carnes, todo amante de los felinos sabe lo desagradable que es para ellos deber lidiar con las bolas de pelo que ingieren involuntariamente. Problema que se acrecienta en caso de que el animal sea de interior: al tiempo que aumentan su aseo personal, la casa se llena de pelos y pelusas que al final, de un modo u otro, acaban en sus bocas (¡y en las nuestras!). Una vez más, las marcas de pienso (y Purina One vuelve a ser un perfecto ejemplo de ello) acuden a la llamada ofreciendo piensos específicamente diseñados para combatir las bolas de pelo; piensos ricos en fibra, con pre y probióticos facilitan la digestión de las mismas… y que de paso, ¡restan los malos olores del arenero!
Tenlo en forma
El gato en libertad, ya lo hemos dicho, caza, salta, corre y trepa constantemente. O al menos, mucho más de lo que lo hace un gato de interior, cuyo máximo ejercicio pasa por ir del sofá al cuenco de comida y de ahí al arenero. Conviene evitar la gandulería de la mascota y para ello, es fundamental que fomentes su ejercicio bien sea jugando con él, como regalándole juguetitos interactivos, o incluso considerando la posibilidad de adoptar a otro gatito con quien compartir su día a día. ¿No has oído nunca la expresión “este gato es como un perro”? Tírale juguetes para que los vaya a buscar, ¡a veces funciona!