Cómo evitar que mi perro pida comida cuando estoy comiendo
Seguro que te suena esta escena: acabas de poner la mesa, te sientas a comer y tu perro (o perra) te mira con ojos de pena y no para de pedirte tu comida. Si esta situación te resulta incómoda, no te preocupes, porque tiene una solución muy sencilla: no darle nunca cuando pide. Esto resulta fácil de decir, pero en la práctica muchas veces no se obtienen los resultados deseados porque descuidamos algunos factores.
El comportamiento del perro
Para entender bien el problema y por qué en ocasiones fracasan los métodos utilizados para acabar con él es conveniente explicar cómo adquieren los perros sus conductas.
Uno de los tipos de aprendizaje más importante en los perros y que regula este comportamiento (pedir comida a la mesa) es el condicionamiento operante.
El condicionamiento operante se basa en que el animal realiza una acción de la que obtiene o bien un premio, también llamado refuerzo positivo, que estimulará al perro a repetir el acto, o bien un castigo (refuerzo negativo), que le disuadirá de volverlo a realizar.
Obviamente, si cada vez que realiza la acción de pedir comida obtiene un premio (la comida), seguirá repitiendo esa acción.
Pero hay otra cosa que hay que saber sobre el condicionamiento operante, y es la efectividad de los refuerzos positivos. A la larga, un refuerzo positivo será más efectivo si el perro no lo obtiene siempre que realiza la acción, es decir, si se tiene que esforzar para conseguirlo. Esto técnicamente se conoce como refuerzo discontinuo.
Por ejemplo, cuando estamos enseñando a un perro a sentarse, si le damos un premio cada vez que lo haga, usaríamos un refuerzo normal, continuo, pero si en lugar de premiarle cada vez que se siente, lo hacemos a la tercera vez que lo consiga, estaríamos ante un refuerzo discontinuo. Veremos la importancia de esto más adelante.
El método
Como hemos dicho, se resume en no darle comida cuando pide, pero debemos tener en cuenta un par de cosas:
- No darle comida nunca cuando pide, pero de verdad. Es posible que los propietarios no suelan dar al perro comida, pero también lo es que en ocasiones especiales (cuando ha sobrado comida, en fechas señaladas, etc.) le dan, con lo que no se alcanza el objetivo (que deje de pedir).
- Consenso familiar. Otras veces, algunos miembros de la familia siguen las instrucciones a rajatabla pero otros le siguen dando comida, con lo que tampoco se soluciona el problema. También hay que advertir a los invitados.
No darle nunca, por mucho que insista. Si normalmente no le das comida, pero cuando se pone muy pesado claudicas y acabas por darle lo que pide, estás usando sin quererlo el refuerzo positivo discontinuo del que habíamos hablado antes, con lo que el problema empeora. Para que nos entendamos, es como si el perro interpretase que para conseguir la comida ha de insistir hasta que lo consiga.