Pero para la protectora que consigue gestionar la perrera municipal puede que las noticias no sean tan buenas, que los retos sean mayores. Ya no serán una organización privada que si llega al tope de su capacidad no recoge más animales, como perrera de la zona están obligados a acoger a todo animal abandonado del municipio. Aunque no quepa, aunque no haya medios. Puede que incluso les coloquen animales de los municipios circundantes. Muchos más de los que pueden manejar en las instalaciones que tienen y con los recursos que reciben.
Un marrón. Porque los ayuntamientos tienen obligación de recoger a los animales abandonados, pero el presupuesto que dedican a ello es muy pequeño y no se adjudica en función de la problemática existente.
Mirad lo que me cuenta la presidenta de una protectora en esa situación.
Aquí en mitad de una crisis financiera gorda y revisando las cuentas, me he dado cuenta de hasta qué punto somos capaces de llegar con tal de ayudar a los animales, porque el tema de financiar la recogida de animales abandonados es un problema generalizado en todas las administraciones.
Nosotros tenemos un problema muy grave con el ayuntamiento; para que te hagas una idea, en los últimos tres años hemos destinado mucho dinero a cuidar de esos animales, fondos que han salido de donaciones, actividades y muchísimo trabajo por parte de todos los implicados en amigos del perro, sin que al ayuntamiento se le haya movido una pestaña, cuando año tras año, reclamábamos mayores ayudas para un problema realmente importante.
En general las administraciones miran hacia otro lado porque ya están las locas de los animales para financiar a esos animales, pero la realidad es bien distinta, lo que realmente financiamos es a la Administración. Es decir que de mi salario, del tuyo y del de cientos, miles de personas sale un dinero, duramente ganado, para que la Administración destine a cosas como iluminación navideña unos dineros que se necesitan para mantener en condiciones normales(nada de lujos: comida, agua, limpieza y veterinario) a los animales de sus municipios.
Y aquí seguimos las tontas de siempre, con los ojos cerrados, pensando que lo hacemos por los animales cuando en realidad estamos ayudando a que el alcalde o alcaldesa de turno se compre un nuevo coche oficial o se gaste lo que dotan a la recogida de animales en un fin de semana para que los ganaderos tengan una bonita feria, o para que moteros puedan hacer concentraciones, o para ir de viaje a los campos de refugiados y hacerse fotos (que conste que el problema de los refugiados me parece grave, pero que un alcalde vaya quince días no ayuda en nada, en mi opinión).
No sé, estoy muy desanimada, la semana que viene tenemos una reunión con el alcalde y me temo lo peor, porque los animales no importan a nadie, solo a los que estamos en ello. Y puestos a elegir entre la iluminación navideña y tener un veterinario, eligen la iluminación y cuando no hay para todo, creo que los seres vivos deberían ser prioritarios.
En fin… ¿Las protectoras a quien ayudamos, a los animales o a las administraciones?
A mí también me importan más los seres vivos que las luces de Navidad, pero la realidad es que la recogida y posterior gestión de los animales abandonados no interesa demasiado en la mayoría de los ayuntamientos, no es una prioridad porque cómo se haga no da votos. La gente habla y se acuerda de lo bonitas que han puesto las luces de la Navidad este año, pero si preguntas si saben dónde está su perrera municipal, quién lleva esa concesión, si sacrifican o no… lo más habitual es que la gente lo desconozca, incluso los que son amantes de los animales.
No da votos. Así que lo único que les importa es que no haya polémicas gordas en torno a su perrera.
Y sí, lo cierto es que la Administración, en general, está haciendo dejación de funciones en lo que se trata de recoger y atender a los animales abandonados. Que esa responsabilidad que debería ser suya está en manos de personas que luchan contra los elementos, se desmoralizan y están asumiendo una tarea que, como poco, debería estar mejor financiada.
Pero ya que no es una prioridad en la mayoría de los ayuntamientos, debería serlo para los ciudadanos. Deberíamos enterarnos de donde está la perrera de nuestro municipio, de cómo funciona, cómo son sus instalaciones, de qué empresa u organización la gestiona. Deberíamos estar mas informados y ser mas exigentes en ese sentido.
Me escriben de la protectora El amigo fiel de Córdoba para hablarme de Nora, la perra que veis en las imágenes, que tiene todo para que no la quieran adoptar: es grande, de color negro y además es un cruce de rottweiler.
Su tamaño es proporcional al cariño que da, es una perra encantadora y que demasiado tiempo lleva ya esperando que algún día la saquemos del albergue para algo más que una visita al veterinario… desea que el viaje sea para un nuevo hogar.
Esto no sucede, tenemos la mala costumbre de rescatar perros que no son adoptables y que se quedan siempre en el olvido, no podemos dejar de tener esa mala costumbre, para nosotros todos son iguales.
Nora necesita una acogida o una adopción.