En el Día Mundial de la Esterilización de las Mascotas una médica veterinaria explicó a Infobae que esa práctica debe decidirse con el profesional y asumirse como un compromiso para cuidar a los animales y al medio ambiente
27 Feb, 2024 03:02 p.m. ESP
Compartir
“La castración es un procedimiento quirúrgico, una decisión sobre la salud del perro o gato con el que convivimos y de quién somos responsables. Como tal, se debe tomar luego de hablar con el veterinario de cabecera” (Imagen Ilustrativa Infobae)
La esterilización animal surge como un método eficaz y ético para controlar la sobrepoblación de perros y gatos. Forma parte de la lucha contra el abandono y el maltrato, según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA)
Si bien los objetivos son similares, la esterilización se trata de una práctica que preserva la sexualidad de la mascota, mientras en la castración se extirpan los órganos reproductivos, indicó el Hospital Clínico de la Universidad de Alfonso X el Sabio (UAX), de Madrid, España.
Cada último martes de febrero se celebra el Día Mundial de la Esterilización de las Mascotas, promovido por la Human Society Veterinary Medical Association desde 1995. Este día tiene como propósito sensibilizar a los tutores sobre la importancia de estas intervenciones quirúrgicas para prevenir problemas de salud futuros en sus animales, además de contribuir al control de la población de perros y gatos.
Según destaca ASPCA, la castración reduce el riesgo de cáncer testicular y conlleva un cambio en el comportamiento de la mascota hacia uno más dócil debido a la disminución de las hormonas sexuales. Por otro lado, la esterilización, empleando técnicas menos invasivas como la laparoscopía, ofrece una recuperación más rápida y menos dolorosa para el animal, detalló UAX. Ambas técnicas no solo previenen el nacimiento de crías no deseadas sino que también son clave para evitar enfermedades como el cáncer mamario, infecciones uterinas y problemas de próstata, al tiempo que ayudan a controlar el comportamiento agresivo en algunos animales.
Respecto de las consecuencias negativas que puede tener posteriormente la cirugía para el organismo del animal señaló que “puede ocurrir que luego de la castración haya que modificar algunas cuestiones como la ejercitación o la alimentación, para evitar problemas como sobrepeso”
La doctora Paula Carancci, secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA) recordó, en diálogo con Infobae, que “cada animal es único y como tutores responsables debemos velar por su salud de manera integral, por lo que recomendamos hablar con el veterinario de cabecera para despejar todas las dudas y así poder tomar en conjunto la decisión más acertada para ese animal en particular”.
Respecto del procedimiento médico para evitar la reproducción de los animales, Carancci, que además de coordinadora del Programa Comunidad, que recorre barrios de la Ciudad de Buenos Aires realizando atención clínica de perros y gatos y promueve la tenencia responsable, destacó que “la castración es un procedimiento quirúrgico, una decisión sobre la salud del perro o gato con el que convivimos y de quién somos responsables. Como tal, se debe tomar luego de hablar con el veterinario de cabecera”.
La profesional remarcó que, si bien la castración, conlleva riesgos, como cualquier cirugía, son menores en animales jóvenes que gozan de buena salud”.
Consideró, además, que se trata de una práctica que genera un impacto positivo porque “permite el control de la reproducción de animales de convivencia en el hogar y de los que puedan encontrarse en la calle”. Disminuye el número de perros y gatos que tienen crías que “luego no serán incorporadas a un hogar y que puedan terminar abandonadas tanto en zonas urbanas como rurales”.
Por otra parte, “previene enfermedades de transmisión sexual y enfermedades tumorales. En machos previene problemas prostáticos, mientras que en hembras previene infecciones uterinas y neoplásicas de aparato reproductor, además de disminuir la probabilidad de tumores mamarios, en mayor o menor porcentaje según sea el momento de la castración”.
La esterilización animal surge como un método eficaz y ético para controlar la sobrepoblación de perros y gatos. Forma parte de la lucha contra el abandono y el maltrato, según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA) (Imagen Ilustrativa Infobae)
Respecto de las consecuencias negativas que puede tener posteriormente la cirugía para el organismo del animal señaló que “puede ocurrir que luego de la castración haya que modificar algunas cuestiones como la ejercitación o la alimentación, para evitar problemas como sobrepeso”.
Por otra parte, la veterinaria sostuvo que es un mito que las hembras, sea perras o gatas, necesiten por razones de salud tener crías al menos una vez en su vida y tampoco es cierto, dijo, “que los machos dejan de ser machos por estar castrados”.
Finalmente, la especialista dijo que eventualmente la esterilización puede que “no sea la mejor opción”. Es posible que en “algunos casos vinculados con trastornos de comportamiento en un animal de convivencia, la castración no sea la mejor opción y eso se podrá decidir con el veterinario especialista en comportamiento”, aclaró.