IMG_5487.JPG

Los que hayáis leído alguna de las publicaciones que hemos realizado hasta la fecha, habréis observado la importancia que le damos al vínculo perro-persona y como pensamos que éste puede ser parte del problema o la llave para solucionar el mismo. Por esta importancia y tras una consulta que nos realizó un suscriptor, creemos que es el momento de publicar un artículo específico que desmonte algunos mitos y que nos ayude a mejorar la relación con nuestro perro al mismo tiempo que nos convertimos en mejores personas.

Tradicionalmente, cuando se habla de la relación entre perros y personas, se trata, equivocadamente,  la figura del líder desde el punto de vista de la jerarquía: uno (el humano) debe dejar clara su superioridad sobre el otro (perro) ya que, en caso contrario, el perro será el líder y se convertirá en un auténtico tirano. Este enfoque ha generado o ha ayudado a generar un gran número de problemas ya que, cuando pensamos de esta forma, nos pasamos la vida viendo fantasmas que muchas veces al final se acaban convirtiendo en realidad pero no por los motivos que creemos (dominancia) sino, fundamentalmente, por los siguientes:

  1. Nos volvemos inseguros: acabamos viendo signos de dominancia en todas partes (si el perro camina adelantado, se nos sube encima, nos mira fijamente, etc.).
  2. Generamos miedo en el perro: El vínculo se debilita, nos portamos mal con nuestro perro y nos volvemos impredecibles para él por lo que en cualquier momento el miedo y los problemas de conducta aparecen (miedo al momento en que nos cruzamos con otro perro porque siempre nos nota nerviosos y le provocamos dolor en el cuello, miedo a acudir cuando le llamamos porque siempre le castigamos cuando acude, miedo a los niños porque cuando aparecen siempre nos ponemos tensos y le regañamos mas de lo habitual, etc). El miedo se disfraza de muchas formas, por lo que no cometáis el error de pensar que un perro tiene miedo únicamente cuando es huidizo o lleva el rabo entre las patas.
  3. Entramos en una espiral de miedo-estrés: Creemos que el perro nos disputa el liderazgo, por lo que cada vez somos mas duros con él. Simultáneamente, el perro cada vez tiene mas miedo y se siente mas inseguro. Cuando aparecen las situaciones que no sabemos gestionar, tanto el perro como nosotros estamos cada vez mas estresados por lo que el problema va a mas…..

Vínculo dogminancia 2

Una vez resumidos los motivos por los que el enfoque tradicional basado en el “liderazgo” rompe el vínculo con nuestros perros, además de poder generar infinidad de problemas en la relación con ellos, es necesario hablar de la figura del guía/referente (podríamos hablar de la figura de líder ya que realmente son sinónimos pero preferimos emplear otros términos para diferenciarlos del concepto de líder utilizado tradicionalmente y relacionado con la dominancia):

Los perros, al igual que las personas, necesitan referentes o guías a lo largo de su vida. Estos guías-referentes, no son impuestos sino que son elegidos por el individuo ya que le ayudan de una forma u otra a tener una vida mas fácil (un “líder” impuesto podría ser un dictador, al que seguimos únicamente por las consecuencias que tendría no hacerlo, mientras que un verdadero líder o guía-referente, podría ser, por ejemplo, un hermano al que admiramos y seguimos desde pequeños porque nos ha demostrado que siempre está cuando le necesitamos y nos ha enseñado o dado ejemplo en muchas ocasiones, ayudándonos a desenvolvernos en el día a día).

Por lo tanto, si queremos ser un buen guía-referente para nuestro perro necesitamos:

  • Conseguir que nuestro perro confíe en nosotros: Al igual que con las personas, la relación se construye en el día a día. Si nuestro perro pasa momentos divertidos con nosotros, si le ayudamos cuando lo necesita, le generamos bienestar, etc. estaremos sentando las bases para que nos vea como algo maravilloso (lo que no implica que siempre nos vaya a preferir a nosotros a cualquier otra cosa, pero hará que la probabilidad de que esto ocurra se incremente notablemente)
  • Conocerle lo mejor posible: Para conseguir que nuestro perro confíe en nosotros, es necesario que conozcamos sus gustos, sus miedos, sus necesidades, etc. Cuanta más información obtengamos, mas posibilidades de éxito tendremos.
  • Comunicarse bien con él: Si aprendemos a entender lo que nos dice (cuando le estamos molestando, cuando está asustado, cuando está estresado, etc.) y conseguimos hacernos entender (sin asustarle, sin sobre-excitarle…) , todo  será mucho mas fácil.
  • Ser un buen ejemplo: Si estamos inseguros, si tenemos miedo a que muerda a algún perro, si nos ponemos nerviosos ante ciertas situaciones, etc. Se lo transmitiremos a nuestro perro, por lo que es muy importante tomarse las cosas con tranquilidad y estar seguros de nosotros mismos.

Vínculo dogminancia 1

Creemos que es importante entender la figura del guía-referente ya que al igual que la cultura de la dominancia destruye el vínculo, la figura del guía-referente lo crea. Porque un buen guía-referente te ayuda cuando lo necesitas o simplemente te acompaña y te deja enfrentarte solo a las situaciones que sabe que puedes gestionar. Un buen guía-referente te sirve de ejemplo y le sigues y admiras porque realmente crees que a su lado todo te irá mejor ¿acaso hay algún vínculo mas fiable que el que se crea por estos motivos?

Por lo tanto, si hemos conseguido ser un buen guía-referente para nuestro perro habremos también establecido un vínculo fuerte que hará que (entre paréntesis y en contraposición, el efecto logrado con el concepto de “líder dominante”):

  • Tengamos un perro mas seguro (vs perro inseguro)
  • Tengamos un perro mas confiado (vs perro desconfiado)
  • Tengamos un perro que aprende mejor (vs perro bloqueado)
  • Tengamos un perro que trabaja con mas ganas (vs perro trabaja con miedo)
  • Tengamos un perro mas feliz (vs infeliz)

Evidentemente, el efecto que tenga sobre el perro la utilización de uno u otro sistema, dependerá de las características y vivencias del propio perro (por ejemplo, si es un perro inseguro, ganaremos seguridad utilizando un sistema e incrementaremos el problema con el otro, mientras que si tenemos un perro muy seguro, cualquier cosa podría afectarle en menor medida).

En cualquier caso, son innegables los beneficios que tiene en la relación perro-persona y en el desarrollo de las capacidades del perro, la utilización de un trato amable, que favorezca la creación de un buen vínculo y que esté alejado de la superioridad, la dominancia y el miedo.Os invitamos a reflexionar sobre ello y a que, si os hemos convencido, nos ayudéis a cumplir con el objetivo que nos hemos marcado de intentar cambiar la cultura de la dominancia, basada en un liderazgo impuesto al perro y tan extendida actualmente, por la de la dogminancia, basada en un buen trato hacia perro y, en su caso, en un liderazgo elegido por él. Sea como sea, recordad lo mas importante……

¡¡¡No os olvidéis de disfrutar de vuestro perro!!!

Fuente: dogminancia.com